Se ha escrito mucho sobre las diferentes teorías que son aplicables a la crianza, cultivo y mejoramientos de los resultados competitivos de las palomas mensajeras.
Son todas ellas como la palabra lo dice “teorías”, que descrito por el diccionario en sus acepciones se pueden interpretar para apoyar o negar su aplicación práctica, según queramos sin ser necesariamente ambiguos.
Así que para no ser detractor de ellas me limitare a aplicarle a todas la que refiere
“Conjunto organizado de ideas que explican un fenómeno, deducidas a partir de la observación, la experiencia o el razonamiento lógico”
DUEAE, para desde mi punto de vista personal y a grosso modo, abordar solo algunas de las conjeturas, pues son varias. Sobre ellas expongo mi punto de vista por considerarlas entre las más difundidas, en otras tan solo me limito a hacer una exposición sin entrar en su contenido, ya explicado por otros autores en diversos artículos.
Antes de entrar en detalles, quisiera reconocer que gracias a todos los escritos sobre las diferentes teorías, llegadas a nuestras manos, hemos podido aprender y mejorar líneas de palomas en nuestro país.
Resultado todo esto de miles de horas, días, meses y años enteros si hacemos una suma total del tiempo empleado por aquellos colombófilos pioneros que se atrevieron a escribir y plasmar en artículos sus observaciones, apreciaciones y experiencias personales.
Entrando en detalles de ellas comenzaré por la una que sea quizás, sino las más divulgada es una de ellas:
TEORÍA DEL OJO: Es difícil encontrar en publicaciones foráneas mayoritariamente, una foto de una paloma que no esté acompañada de una imagen macro de uno de sus ojos.
Muchos creen que por los colores del ojo y sus distintas coronas coloreadas del iris en heterocromía se puede saber cualidades de la paloma, si va a ser buena reproductora o de vuelo. El señor Andrew Skrobot decía al respecto, refiriéndose a lo que buscamos mientras los observamos:
«una cosa es cierta, todo el mundo mira a los ojos, pero no todos están de acuerdo en lo que buscan», y creo que tiene razón al afirmarlo, pues hay diversidad de criterios, hay quienes los prefieren perlas, otros amarillos, fresas, rosas o hasta violetas, ahí se aplica que para gustos…. colores.
Esto solo teniendo como elemento preferido la parte cromática, sin entrar en los detalles de los anillos de correlación, sobre los cuales existen infinidad de materiales. Personalmente creo que no parece haber una fuerte correlación entre las aves que poseen “buenos ojos” como los definen y el potencial que puedan tener en reproducción o como voladoras.
No es causal, es decir, tener un buen ojo no garantiza el potencial de reproducción ni en resultados competitivos, la experiencia demuestra que por nuestras manos han pasado varios animales con excelentes resultados en ambas esferas y con diferencias marcadas en color, estructura y forma ocular sin poder atribuirle a ciertas características de ellos su calidad.
TEORÍA DE LA COLA: En esta teoría existen tres corrientes fundamentales, la primera para determinar mediante el examen de las plumas de los extremos, en dependencia de los puntos o marcas que posean éstas, cuan duro o agotador ha sido el concurso o suelta en aquellas que han participado
la segunda corriente se refiere a determinar si son derechas o zurdas, elemento tenido en cuenta por algunos criadores para hacer apareamientos, manifiestan sus seguidores que aparean solo derechas con derechas y viceversa
La tercera y última corriente está la de analizar mediante observación del cañón de la misma, un indicador de “calidad”, basada en que cuando el cañón se tuerce o hace hacia la derecha un ángulo,
la paloma es de poca calidad, si el cañón es recto y desplazado un poco hacia la derecha, la palomas será mejor equilibrada, pero todavía de calidad inferior, si el cañón es recto y un poco desplazado hacia la derecha con un cañón desviado a la izquierda en su segunda pluma la paloma será más equilibrada que en los anteriores casos
cuando el cañón de la primera pluma es recto y un poco desplazado a la derecha, estando muy desviado hacia la izquierda el cañón de la segunda pluma, resultarán palomas más equilibradas y de buena calidad.
TEORÍA DEL COLOR DE LA PLUMA: De esta, aunque se habla menos, existen muchos archivos que la tratan, que si el factor rojo (rojo, canelo, bayo, bayo rodado, rojo cenizo) o el blanco también (pintos, aliblancos, moteados o pintados) están presentes pueden ser miradas con cierto optimismo para cultivarlas.
Éstas se basan en los rasgos identificativos de calidad que puedan poseer ciertas palomas a partir de tener en sus plumas manchas en partes o incluso plumas enteras donde estén presentes algunos de estos dos colores mencionados. Otros mas inclinados al gusto personal, manifiestan criar solo ejemplares de colores que le sean agradables a su vista o gusto.
Recientemente hice una pequeña encuesta sobre la preferencia popular entre 122 colombófilos votantes resulto algo esperado, son el azul de barras con 54 votos y el empedrado con 24 votos los preferidos,
seguidos por canelos, prietos (empedrados oscuros), mosaicos, bayos y pintos, algo también esperado fue que nadie añadió a la misma (podían hacerlo) ni el blanco, ni el negro, ya que existe teoría de calle que no existen palomas buenas de estos colores, unas por ser sensibles a que su pluma se les queme o ripie con facilidad
sin dejar de mencionar lo susceptibles a ataques de rapaces en el caso de las blancas y de ser propensas a calentarse en demasía sobre todo en países tropicales como el nuestro, en el caso de las negras.
En mi gusto personal reconozco que no es el mosaico un color de mi agrado, sin embargo, tengo dos reproductores de esas características, porque considero que no es el color que nos gusta lo que debe primar en el cultivo, sino aquel que nos da ejemplares de valía.
Disney Macías Milanés
Santa Rita, Granma
