Autor: Herlan Varona
Sin dudas me refiero al Macho Tacheté Plumablanca de anillo 351-73 conocido como “El Cabito”, que se ha convertido en el eje de cada conversación cuando de seleccionar buenas palomas y analizar pedigrí se trata.
Este extraordinario reproductor nació en el año 1973 cuando su dueño, el muy destacado colombófilo y gran colombicultor, Sr. Juan Pulido Ledesma, decidió unir el Macho Mosaico 2415-61 con la extraordinaria voladora, reproductora y base de su palomar, la Hembra Empedrada 174-58/67 conocida como “La Moa”, de cuya unión nacieron también otras excelentes palomas que más adelante haremos mención.
El Sr. Pulido describe “El Cabito” como un animal de tamaño mediano, alas muy amplias y remigias ventiladas, corto de patas, cabeza muy bonita con carúnculas nasales muy desarrolladas, ojos muy vivos de color amarillo intenso y aureolas muy pronunciadas, que identifican en gran medida a su descendencia.
De fortaleza aceptable y muy bien hecho con un gran cierre en su horquilla posterior y poco salto entre esta y su esternón. De un gran temperamento que lo hacía arisco en extremo, nunca se dejaba atrapar en el palomar. El color de su plumaje era Tacheté con una pluma blanca en su ala derecha a la que debe su nombre, pues los muchachos del poblado de Regla, donde su dueño tenía enclavado su palomar por esa época, les llamaban así a las palomas con estas características en semejanza a la lista que lleva el grado militar de Cabo dentro del ejército.
En su primer año El Cabito es volado y premiado desde Ciego de Avila y Alto Cedro a 400 y 730 Km. respectivamente y desde Maisi a 920 km. de donde regresa al día siguiente. En este año 1974 Pulido se lo presta a su amigo el Sr. Pablo Fernández para que lo apareara con una paloma muy buena que este poseía. De esta unión nace una hembra Empedrada Aliblanca que se premia en 1976 desde Holguín a 620 Km. y Baracoa a 870 Km.
Observando este excelente resultado y los productos que ya tenía de la unión con la Hembra Empedrada 756-72 de las que nacieron las Hembras Empedradas 1661-75, 1101-75 y 1102-75 (premiada desde Holguín a 680 Km.)Pulido comienza a percatarse de la gran calidad reproductiva que este poseía y decide no viajarlo más y dejarlo para la reproducción.
En Diciembre de 1975 fue robado del palomar junto a todos sus hermanos machos y demás machos del palomar, regresando al mes y medio en Enero de 1976 con un ala sacada. Luego, a finales en 1977, debido a la enfermedad y posterior muerte del Sr. Evelio Medina, Juan Pulido traslada su palomar para casa del Dr. Heliodoro Martínez Junco donde El Cabito es apareado en 1978 con la Hembra Empedrada Oscura 750-68 que era hermana de la 174-58/67 “La Moa”, o sea tía de este, y nacen dos pichones que se anillan con los anillos 2415-61 y 174-58, que pertenecieron a los padres de este.
El 2415 era prieto con plumas blancas en el ala y fue regalado al Sr. César Orozco de la ciudad de Santa Clara resultando ser un excelente reproductor; mientras la 174 era también prieta y se la obsequia al desaparecido amigo Sr. Armando de los Santos que la destina a la reproducción y resultó ser una excelente reproductora también, de la cual una nieta, entre otras, fue una gran viajera de fondo en Querétaro, México.
Han sido muchos los hijos y descendientes del Cabito que se han destacado tanto en la reproducción como voladores de los que mencionaremos algunos por no hacer muy extensa la lista como el 22433-80 Macho Tacheté Aliblanco que era hijo de este con la Hembra Azul 784-76 (hija del 1181-74 Macho Azul “El Plano” con la Hembra Empedrada 869-68 y hermana del 5-76 Macho Azul, padre a su vez de la Hembra azul 5050-79 que fue una excelente voladora). Este magnífico ejemplar fue el primer hijo del Cabito llevado para Canarias al serle obsequiado por el Sr. Pulido al Sr. Iván Macías de la Isla de Tenerife, en cuyo palomar ha sido un extraordinario reproductor.
Otros hijos destacados han sido los Machos Azules 20504-80/81 y 8201-81, así como la Hembra Azul 8202-81 que fueron excelentes reproductores con varios hijos premiados en grandes distancias, cuya descendencia está presente en varios palomares del país. También la Hembra Tacheté Aliblanca 8208-81 y el Macho Azul 8207-81 que se destacaron como reproductores en varios palomares a donde fueron llevadas.
Todas estas palomas mencionadas anteriormente tenían una calidad extraordinaria, pero hay una hija del Cabito que merece un capítulo aparte por las extraordinarias condiciones de reproductora que tuvo y que su dueño considera que fue la mejor hija para ser apareada con su padre, por su origen probado y porque demostró ser una extraordinaria reproductora con todos los machos que se apareó.
Esta importante paloma fue la 1661-75 Empedrada conocida como “La Ardilla” por lo inquieta y arisca que era. Era una paloma pequeña, de color empedrada oscura y ojos amarillos intensos muy vivos. Bien hecha, de grandes alas con las últimas remigias salientes, patas cortas, carúnculas medianas y aureolas muy pronunciadas.
Resultaba muy difícil de capturar dentro del palomar. De su unión con su padre, El Cabito, surgen varias palomas como el 8783-82 Macho Empedrado de ojos naranjas que voló muy bien hasta 500 Km. y se destacó como reproductor en su corta edad y la 8778-82 Hembra Empedrada Oscura, que es considerada por Juan Pulido como la mejor paloma voladora que ha tenido con varios premios de Fondo, todos en el mismo día de la suelta y un primer premio desde Baracoa a 870Km. y un tercero desde Maisi, a 920 Km, con solo 14 días de diferencia.
Como reproductora dio varias palomas muy buenas como la Hembra Empedrada Oscura 7633-82/83 que era hija de esta con su padre, El Cabito, y que Pulido se la obsequia a su amigo el ya desaparecido Sr. Juan Sotolongo con un pedigrí falso para que este la viajara y fue premiada en todos los concursos desde la velocidad hasta Alto Cedro a 720 Km. y después de alcanzar este resultado Pulido le dice el verdadero pedigrí y entonces el Sr. Sotolongo le dio las gracias por la gran lección que le había dado, pues le confesó que de haberlo sabido antes no la hubiera volado nunca.
Este es un hecho que demuestra que cuando la consanguinidad es hecha por manos expertas no hay que temerle y, a la vez, es una lección para los acérrimos a utilizarla en el mejoramiento de nuestras mensajeras y mantenimiento de las mejores líneas de palomas.
También en la familia del Cabito ha existido una gran cantidad de ejemplares que han descollado por sus grandes cualidades para cubrir grandes travesías y realizar grandes hazañas; así como para destacarse luego en la reproducción, lo que demuestra que es una familia de excelentes palomas debido en gran medida a sus orígenes, marcados por la presencia de la extraordinaria Hembra Empedrada 2423-37/44 del palomar del Sr. Omelio García Pila, que aparece varias veces en el pedigrí del Cabito y particularmente en el de su madre la Hembra Empedrada 174-58/67 “La Moa” que constituye el buque insignia del palomar del Sr. Juan Pulido y del cultivo desarrollado por él.
Es bueno señalar que esta extraordinaria paloma fue viajada como pichón desde Moa a 830 Km. de donde regresó herida y siendo una de las únicas seis palomas que lo hicieron en el mismo día de suelta, hazaña a la que debe su nombre. Fue una formidable raceadora, capaz de trasmitirle a su descendencia su carácter vivo en extremo, expresión llamativa y grandes cualidades como viajera. Muy bien hecha, de ojos amarillos.
Era muy consanguínea a la 2423-37/44 y fue apareada con varios machos de los que nacieron palomas muy destacadas que han servido de pilares importantes en la edificación de uno de los palomares más sólidos que ha existido en Cuba en los últimos treinta años y que a partir del mismo ha contribuido a la formación y mejoramiento de otros palomares a lo largo de todo el país y también en otros países a donde Pulido en gesto de gran generosidad ha obsequiado muchas de estas magníficas palomas.
Podemos citar al Macho Empedrado 1108-76 que fue premiado como pichón desde Holguín a 680 km. junto a su hermana la Hembra Empedrada 1102-75. El Macho Empedrado 780-76, premiado también en Holguín, que era hijo de “La Moa” y el Macho Azul 2539-69 del Sr. Sergio Almeida, procedente de las palomas del Sr. Omelio García Pila.
El Macho Mosaico 11771-69/70, conocido como “El Desmondingado”, hermano de padre y madre del Cabito, premiado en el primer concurso que se realizó desde Maisi a 920 km. en el año 1973. Tenía además varios premios de Fondo, entre ellos Alto Cedro y Baracoa.
La Hembra Empedrada 2637-70 que fue pionera también del primer Maisi, hermana también del Cabito y ganadora de varios premios de Fondo, entre ellos tres desde Alto Cedro, dos desde Baracoa y dos desde Maisi. Como reproductora fue la madre de la formidable Hembra Empedrada 18889-74 que estableció un récord al ser premiada consecutivamente desde Baracoa y Maisi.
La Hembra Mosaica 2636-70, hermana de nido de la 2637-70 y considerada la mejor hermana del Cabito, siendo premiada desde Las Tunas, Holguín y Baracoa y muchas veces en Medio Fondo. Nunca dejó de premiarse cuando el palomar estuvo por primera vez en casa del Dr. Martínez Junco y con tres años es llevada para Regla en casa del Sr. Evelio Medina donde se destacó en la reproducción La 2635-70 Hembra Empedrada Aliblanca Pinta que voló Fondo en 1971 y 1972 hasta 680 km.
Los Machos Mosaicos 951 y 952 del año 1974, destacados viajeros que fueron robados. La 11762-69 Empedrada Oscura que viajó poco y se destinó a la reproducción por ser la hija del 2415-61 Macho Mosaico (padre del Cabito) con su hija la 2636-70. La 754-72 Hembra Empedrada Aliblanca hija del 2090-61 Macho Azul (premiado cinco veces desde Guantánamo a 830 Km.) con “La Moa” y medio hermana del Cabito, que fuera una extraordinaria reproductora y su hermano el Macho Empedrado 2362-72 que voló mucho siendo muy destacado.
Actualmente la línea del Cabito se encuentra muy difundida por todo el país garantizando la calidad de los palomares a donde ha sido introducida esta excelente estirpe de palomas. Es raro encontrar un palomar en las diferentes partes de nuestra isla en donde no exista al menos un ejemplar en cuyas venas no fluya esta corriente de sangre. A veces por desconocimiento de los pedigríes se niega la presencia de esta línea y luego cuando se investiga con profundidad se hace cierta la presencia del Cabito. Son muchas las palomas descendientes de este gran reproductor que han realizado hazañas en los últimos años en las distintas asociaciones de nuestra isla y también fuera de Cuba.
Entre las que podemos citar el 49849-91 conocido como “El General”, Macho Empedrado altamente consanguíneo al Cabito, pues era hijo de un hijo del Chozno del Cabito con la madre de este, ganador de la galería de la fama en la Asociación Colombófila de Matanzas y seleccionado como el mejor macho de Cuba en la categoría “sport” en el año 1996.
Propiedad del Sr. Omar Castillo. La Hembra Empedrada 61304-99que alcanzó el noveno premio desde Baracoa con solo 10 meses de nacida y su hermano de nido el Empedrado 61312-99 que fue cuarto premio desde Maisi a la siguiente semana, ambos hijo del 14807-91 Macho Empedrado Oscuro (nieto de “La Ardilla”) con la 902-91 Hembra Empedrada nieta también de “La Ardilla”. La 60781-99/00 Hembra Empedrada con premio desde Moa a 830 Km.
Todas propiedad del Sr. Juan Pulido. La Hembra Empedrada 16784-98/00 “La Camagüeyana”, premiada desde 640 y 825 km. y ganadora de la Exposición Nacional del año 2002 como la mejor Hembra de Cuba, altamente consanguínea a la línea del Cabito y propiedad del Dr. Boris Hernández de la ciudad de Matanzas.
En México han sido voladas en diferentes partes de este hermoso país realizando grandes proezas como un macho que estableció récord desde Ciudad Juárez hasta Capilla de Guadalupe cubriendo una distancia de más de 1000 km. En las Islas Canarias son muchas las palomas de esta línea que constantemente se destacan en los vuelos de más de 700 km. en manos de diferentes colombófilos como las del Sr. Santiago Domínguez Plasencia que por dos años consecutivos ha recibido sus palomas desde Essaouira y Safi a 770 y 860 km. respectivamente y en los palomares de los Señores Iván Macías y Francisco Miguel García entre otros.
Haciendo un análisis de las características más llamativa de la línea del Cabito, por mi propia experiencia y observación en el cultivo de esta formidable línea de palomas, así como por la explicación de su propio creador el Sr. Juan Pulido Ledesma, podemos mencionar su gran inteligencia y sentido de orientación que a medidas que tienen más edad, en su segundo año, maduran con mucho arraigo y mordiente a su palomar. Son muy vivas y sus pichones tienden a salir a volar desde muy pequeños, que si lo comparamos con palomas de otras líneas resultan más precoces que los demás.
Son palomas de mucho carácter, que captan muy rápidamente los cambios en el medio en que viven y la presencia de extraños a las que responden con regaños. Generalmente son muy ariscas. Muy tenaces y resistentes lo que las hace sumamente seguras en vuelos de largas distancias.
De aureolas muy pronunciadas y ojos amarillos intensos con tendencia al color naranja y miel. Narices medianas y en ocasiones desarrolladas, alas muy amplias proporcionales a la cola con plumas de las remigias muy ventiladas, de tamaño mediano y bien hechas. Predomina en ellas el color empedrado oscuro y borroso, azul pizarra y con frecuencia nacen muchos aliblancos o aparece el factor blanco en las cejas, pinticas en la cabeza, en la rabadilla, en los codos de las alas y patas, en el cuello y las uñas, que reafirman el criterio expresado por el excelente maestro colombófilo de Menorca, España Sr. Juan José Josué en su magnífico artículo titulado:
“La Calidad intrínseca del factor blanco en el plumaje de la Paloma Mensajera”, en el que plantea que “todo colombófilo que quiera triunfar en la competición ha de tener en el cuadro reproductor bastantes palomas con el factor blanco y con el matiz de que dichas palomas han de ser de calidad con ojos de gran transmisión reproductora y una gran vitalidad”;
recomendando a todo colombófilo que quiera mejorar la calidad de sus palomas que introduzcan varias palomas de calidad que tengan el factor blanco. Todas estas cualidades son reunidas por la formidable línea del Cabito.
Si observamos el pedigrí del Cabito podemos darnos cuenta de la presencia entre sus ancestros de las mejores palomas que han estado presente en la formación de la Paloma Mensajera Cubana, entre ellas las Stassart, las Wegge, los Janssens, los Grooter y Van Schingen. Para aquellos que gustan de la investigación de los orígenes de nuestras mensajeras deseo exponer el Pedigrí del Macho Tacheté 351-73 “El Cabito”:
Autor: Herlan Varona
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